ESCENA 9
Interior – Casa Sara y Oscar - Día
Oscar se levanta del sofá y se dirige a la cocina. Abre la nevera y coge una cerveza. Sara está haciendo la comida.
Oscar: Tu madre se esta poniendo como una cerda. Luego dirá que no come. Yo no pienso interrumpir la siesta para llevarla a urgencias.
Sara apaga el fuego, se quita el delantal y lo deja caer sobre la mesa (como si no hubiera escuchado las palabras de Oscar).
Sara: Tengo que salir un momento, ahora vengo.
Oscar se va al comedor, se sienta al lado de la suegra y coge el plato de nachos. Mercedes mastica como si fuera un hamster
Oscar: ¡¡¡Joder mercedes, no me has dejado ni salsa!!!
Mercedes: Hay cariño, la vida es tan amarga que abre las ganas de comer.
Oscar: Seguro que luego no se salta la comida.
Mercedes: Además, (mientras come) quien come mucho debe ser bueno, pues para comer mucho se necesita una buena digestión y la buena digestión depende de una conciencia tranquila.
Oscar: Eso cuénteselo al médico de urgencias. Yo no estoy para escuchar como recita el refranero.
Mercedes coge el último dorito lo moja en la salsa y con la boca llena y una ligera sonrisa se dirige a Oscar.
Mercedes: Ay cariño… La risa nos mantiene más razonables que el enojo.
Oscar mira a la suegra.
Oscar: Mercedes, ¿sabe contar? ¡¡¡ Pues no cuente conmigo!!!
Oscar se levanta del sofá y sale del comedor con su cerveza y el plato de nachoss.